miércoles, 17 de junio de 2009

A través del espejo


"Morrinche" le dijo una madre a su hija cuando una mañana, mientras ésta le ayudaba a vestirse, se vio los pies hinchados y amoratados. A la semana fue el entierro. Desde ese día, las hijas de esta buena señora se vigilan los pies al levantarse, por si hay que empezar a organizar el velatorio. Influenciado el subconsciente de una oyente de esta historia, la buena mujer se pasó toda la noche soñando que ese día se tenía que morir. Como Amaranta esperando la muerte, ella esperaba a su vecina que iba a ser su "matachina" y mientras curiosea por la ventana para ver toda la gente que llega para la "vela". La espera empieza a ser vergonzosa, porque tarda tanto que hace que todo el mundo desee que se muera de una vez, por lo que le dice a su propia hija que le de pequeños golpes con el hacha en la nuca para ver si así van adelantando el trabajo. Esto fue un sueño, pero no lo es cuando recorre el largo pasillo de casa con su madre del brazo, una madre completamente perdida que reniega de la mujer de enfrente porque le impide seguir recorrriendo el otro pasillo que se le presenta ante sus ojos, y que, aunque su hija le intenta explicar que es el espejo, la anciana sigue intentándolo todos los días. Sueño lo era también el que una solterona virgen soñase con que tenía un romance con El Pájaro Espino, pero la pesadilla era la realidad, cuando despertaba en el momento en que se iba a consumar el acto sexual. Cuantas vidas diferentes, vidas cruzadas en mis tertulias mañaneras, dónde me entero de infinidad de historias que trato de memorizar, pero como temo olvidarme ahora llevo un cuadernito en el que apunto alguna palabra clave que me haga recordarlas cuando llego a casa. Pero claro, me empiezan a mirar mal. El truco para estas reuniones es participar, no sólo estar escuchando y escribiendo. Pero ahora ya lo hago. El problema es que me miran como si estuviese un poco loca y la verdad es que a lo mejor pueden tener algo de razón, que la extravagante sea yo y no ellas. Les cuento mis avatares con los gatos, el loro o los problemas con mi hamaca nueva, que ya puestos, pues lo voy a contar aquí. Resulta que yo voy a la playa como toda buena habitante de pueblo de costa, en cuanto hace calor y brilla el sol. En la playa suelo hacer dos cosas. Pasear y leer. Todo eso es normal, pero no lo es tanto hacerlo a la vez. Lo mejor del mundo es pasear por la orilla mojándote los pies mientras lees. Si aprieta el calor, de los pies pasas a las rodillas y aun recuerdo aquel verano de hace tres años en que el agua estaba muy buena y hacía tanto calor, que paseaba con el agua por la cintura, mientras leía, claro. Tengo un grave problema. Necesito gafas de cerca para ver de un ojo, los años no perdonan. Pero soy miope y las progresivas no las llevo a la playa porque se rayan y son muy caras. Por lo que ando con dos pares de gafas, las ahumadas de lejos colgadas del bikini y las de cerca en la nariz, claro. Pero tanta luz me molesta para leer. Así que acabo de encargar unas gafas de cerca ahumadas, por lo que mis problemas de deslumbramiento se van a acabar. Con lo cual no se yo si el concepto de ahorro será muy acertado, porque al final manejo seis pares de gafas. Las progresivas, las de sol de salir, las de sol de playa (las de la calle de antes pero como estaban rayadas quedaron para la playa y me hice unas nuevas), las de cerca ahumadas y las de cerca de cama. Claro hay que contar las lentillas para cuando me apetece y las de sol para las lentillas. Pero no siempre estoy paseando, para eso tiene que haber muy poca gente en la playa porque si no chocas con los bañistas o tropiezas con una piedra y te queda un dedo tan negro que tienes que ir a urgencias y explicarle a un médico asombrado como te diste tamaño golpe. Aunque siempre voy a una playa bastante despoblada, a veces también me canso de pasear y me tumbo a leer. La arena es incómoda, por lo que decidí comprarme una hamaca, que no sea muy pesada porque aunque voy en coche después hay que bajar un camino lleno de maleza y de serpientes, esa debe ser la razón de que vaya poca gente a esa playa. Es preciosa, la hamaca. Verde Marujita y con tejadillo. Preciosa y un poco cantosa, pero lo malo que tiene es que es incomodísima. Desde que la uso termino con unos dolores de espalda horrorosos; además de que es muy dura es toda ella curvada, pero las curvas no coinciden con las mi cuerpo, por lo que en la espalda me queda un hueco que tengo que rellenar con la ropa y si me tumbo boca abajo me aplasta todo lo aplastable, pero con saña. Lo de la hamaca no resultó y voy a dejar de llevarla, pero mis contertulias ya estaban dispuestas a organizar una excursión a mi playa para ver esa joya para tomar el sol. Aunque pienso que también les atrajo un poco el hecho que aunque mi playa no sea oficialmente nudista, si es una playa bastante libertaria y convivimos perfectamente nudistas, seminudistas, textiles y lectores andariegos sin ningún problema. Y quien sabe, hasta pueden pensar que, como toda la vida los que pasearon leyendo fueron los curas, al que van a encontrar paseando por la playa y sin ropa sea al Padre Casares...

11 comentarios:

JM Beltrán dijo...

Como me gustan estas minirelatos.
Oye, todo esto se soluciona con un mayordomo, tipo George Clooney o a elegir, que te lleve todas las gafas, la hamaca y además vaya delante de ti comprobando que no hay piedras. Una solución sencilla :)

Por cierto, la foto la has hecho tú? es esa la playa? porque está preciosa.

Blaconcia dijo...

Pues vas a tener razón y todo, JM, esa sería la solución de mi vida, pero claro, esos mayordomos no los venden en las ópticas....
Si, esa es mi playita, pero la foto la hizo Juan, si quieres ver mas fotos suyas hay un enlace en este blog y así no paramos de leernos, vernos y visitarnos unos a otros xDD

JM Beltrán dijo...

Oh dioses, Juan se dedica a esto ¿no?
Son preciosas, y va directo a marcadores. Ahora veo que muchas de las fotos de las que utilizas para tu avatar son de su galería :D
Menuda sensibilidad tiene el Sr. Juan. Y le digo de Sr. por respeto y porque no tengo confianza :)

Es cierto, yo en mi óptica he preguntado por la versión mayordoma modelo Scarlett Johansson y parece que no tienen. Tendremos que buscar por otro lado :P yo de momento solo tengo miopia y solo tengo unas gafas y las de respuesto del coche. lo de leer mientras ando supera mi nivel Jedi, yo como mucho llevo siempre mi libretilla para ir a apuntando ideas y chistes que se me ocurran.

Blaconcia dijo...

Haces bien en llamarle Sr. Juan, porque es calvo ;)y no se dedica a a la fotografía, es una afición ya de los tiempos en que en las cámaras usaban carretes...Del mismo tiempo en que los teléfonos tenían cable y los coches casetes. Desde luego lo que nos mejoró la vida. Seguro que algún día en las ópticas venden clones.

Caaal dijo...

@blaconcia: y digo yo... ¿¿cómo es que no les dijiste a las de la tertulia que la hamaca era genial pero que tenías dos y querías vender una de ellas?? Así le encasquetaba la hamaca a alguna porque, como no van a la misma playa que tú, nunca habrían descubierto la verdad. Muajajajaja.

@jm beltrán: yo también tengo a Juan enlazado... imagino que no te fijaste nunca. Y sí, hace unas fotos geniales (y no lo digo sólo porque me dé cosas como una cámara o una tableta y me compre libros...). Lo de leer andando debe de ser de familia, porque yo también lo hago.

Doy gracias a los dioses por tener hipermetropía. :D

Blaconcia dijo...

A Caaal: Si lo que a ti se te escape...Pero es que cuando nombré por primera vez mi hamaca no sabía que iba a ser tan incómoda, ni soy tan espabilada como tú ;P

JM Beltrán dijo...

Caaal, me has pillado, lo cierto es que no suelo mirar mucho los enlaces de la gente, normalmente me llama la atención cuando alguien hace un comentario interesante y encontes voy a ver si tiene un blog. Supongo que no veo muchos mensajes de Juan y por eso hasta que tu tia no me lo ha dicho pues no me había fijado. Ya veo que lo tienes en "fotos de mi tio". Pues me reitero, están geniales.

Starkie dijo...

Curiosos tus relatos, Blaconcia, y siempre me encantan.

Aunque no sé si lo he dicho alguna vez me sumo a los fans de las fotos de Juan (alias "Pomelo").

Todos hemos hecho compras que parecían una gran solución, pero que resultaron ser un chasco...tú intenta encasquetar la hamaca a alguien y punto-pelota!

Blaconcia dijo...

Desde luego, para fiarse de vosotras...Como seais abogadas no conteis conmigo como clienta. ¿O si?.

Starkie dijo...

Porque no quieres que seamos tua abogadas?? aun por encima que te librariamos de la hamaca y conseguiriamos un buen precio por ella...desde luego qué poca confianza...

Blaconcia dijo...

Estoy pensando...Starkie y Caaal, ¿Por qué no demandais a Pórtico por vender hamacas incómodas con engaños (ser bonita)?